Doña
Uzeada de Ribera Maldonado de Bracamonte y Anaya era baja,
rechoncha1,
abigotada. Ya no existía razón para llamar talle2
al suyo. Sus colores vivos, sanos, podían más que el albayalde3
y el solimán4
del afeite5,
con que se blanqueaba por simular melancolías. Gastaba dos parches
oscuros, adheridos a las sienes y que fingían medicamentos. Tenía
los ojitos ratoniles, maliciosos. Sabía dilatarlos duramente o
desmayarlos con recato o levantarlos con disimulo. Caminaba
contoneando6
las imposibles caderas y era difícil, al verla, no asociar su
estampa achaparrada7
con la de ciertos palmípedos domésticos8.
Sortijas celestes y azules le ahorcaban las falanges.
(Manuel
Mujica Lainez: Don Galaz de Buenos Aires)
1Gruesa
y de poca altura.
2Cintura.
3Carbonato
básico del plomo. Se emplea en la pintura.
4Cosmético
hecho a base de preparados de mercurio.
5Cosmético.
6Hacer
al andar movimientos afectados con los hombros y caderas.
7Persona
gruesa y de poca altura.
8Patos,
gansos, ocas, etc.
Mi
padre se llamaba Esteban Duarte Déniz, y era portugués, cuarentón
cuando yo niño, y alto y gordo
como un monte. Tenía la color
tostada y un estupendo bigote negro que se echaba para abajo. Según
cuentan, le tiraban las guías1
para arriba, pero, desde que estuvo en la cárcel, se le arruinó la
prestancia2,
se le ablandó la fuerza del bigote y ya para abajo hubo que llevarlo
hasta el sepulcro. Yo
le tenía un gran respeto y no poco miedo, y
siempre que podía escurría el bulto y procuraba no
tropezármelo;
era áspero y brusco y no toleraba que se le contradijese en nada,
manía que yo respetaba
por la cuenta que me tenía.
(Camilo
José Cela)
1Cada
uno de los extremos del bigote cuando están retorcidos.
2Aspecto
de distinción.
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