lunes, 25 de noviembre de 2013

Preparación del control sobre Romanticismo (tema 1 de Literatura)


  1. ¿Por qué invadieron España las tropas de Napoleón? [Pág. 169, § 1-2]
  2. ¿En qué consistió la guerra de la Independencia? [Pág. 169, § 3]
  3. ¿Qué pretende la Constitución de Cádiz? [Pág. 169, § 4]
  4. ¿Qué régimen instaura Fernando VII? [Pág. 169, § 5]
  5. ¿Qué fue la Década Ominosa y qué incidencias tuvo en la vida literaria? [Pág. 169, § 6]
  6. Explica los rasgos psicológicos del nuevo hombre romántico. [Pág. 170, “Retrato de un romántico”]
  7. Completa un esquema con los rasgos de la corriente romántica por oposición a la Ilustración. [Pág. 170, cuadro azul y verde]
  8. Enumera los principales autores románticos, apunta sus obras más representativas y los aspectos ideológicos que los definen. [Pág. 172, “autores: aspectos ideológicos” y “obras”]
  9. ¿Cuáles son los temas principales de la poesía romántica y posromántica? [Pág. 172, “temas”]
  10. Explica el estilo de la poesía romántica mediante alguno rasgos más definitorios (ritmo, sintaxis, léxico, recursos retóricos, etc.). [Pág. 172, “estilo – primera mitad del siglo XIX”]
  11. Espronceda:
    1. Principales datos biográficos. [Pág. 174]
    2. Enumerar sus obras más representativas. [Pág. 174]
    3. Estudio y comentario de El estudiante de Salamanca. [Págs. 176-177]
  12. Bécquer:
    1. Principales datos biográficos. [Pág. 178]
    2. ¿Por qué es moderna la poesía de Bécquer? [Pág. 178, “La modernidad de la poesía de Bécquer]
    3. Estudio y comentario de las Rimas [pág. 178, “extensión, tema fundamental, estructura, estilo, características e influencias que recibió Bécquer”]
  13. Mariano José de Larra:
    1. Principales datos biográficos. [Pág. 184]
    2. ¿Cuál era la finalidad de la literatura para Larra? [Pág. 184, “Un romántico comprometido”]
    3. ¿Qué es un artículo de costumbres y cuál es la aportación que hace Larra a este género? [Pág. 184]
  14. El teatro romántico: género, tratamiento de los elementos dramáticos, temas, personajes, escenografía, estilo e intencionalidad. [Pág. 186]

jueves, 21 de noviembre de 2013

Juan Manuel de Prada: "Conciencias tiernas y puras"

En cierta ocasión, un amigo que llevaba mucho tiempo trabajando en África me dijo que el activismo solidario de las sociedades occidentales es, con frecuencia, un aspaviento hipócrita; y, sin excepción, el único desahogo moral que se nos permite en medio de la «inmoralidad estructural» en la que vivimos. En cierto pasaje de En busca del tiempo perdido, Marcel Proust desliza esta observación pavorosa, referida a sus personajes, que bien podría aplicarse a nuestra época: «Desde hacía tiempo ya no se daban cuenta de lo que podía tener de moral o inmoral la vida que llevaban, porque era la de su ambiente. Nuestra época, para quien lea su historia dentro de dos mil años, parecerá que hubiese hundido estas conciencias tiernas y puras en un ambiente vital que se mostrará entonces como monstruosamente pernicioso y donde, sin embargo, ellas se encontraban a gusto». Esta, tal vez, sea la mayor tragedia de nuestra época: que las conciencias tiernas y puras podamos vivir a gusto en un ambiente vital monstruosamente pernicioso sin inmutarnos, o inmutándonos tan solo ante determinados estímulos sensibleros que nos recuerdan que en el mundo -¡allá en los confines del atlas!- ocurren muchas calamidades; ocasión que aprovechamos para apadrinar a un niño por unos eurillos.
Uno de los estímulos que más frecuentemente hiere nuestra conciencia tierna y pura generalmente a la hora de la sobremesa, desgraciándonos la siesta son las imágenes de niños famélicos, merodeados de moscas, con los vientres hinchados por la desnutrición, la cabeza meningítica, envueltos en harapos; imágenes tomadas en algún campamento de refugiados donde acaban de llegar, huyendo de alguna matanza, o en algún poblado paupérrimo donde no llegan las vacunas. De inmediato surge en nosotros un impulso humanitario, una suerte de compasión preventiva que nos incita a paliar de algún modo (siquiera simbólico) ese dolor, a través de una limosna que ingresamos asépticamente en una cuenta bancaria (por lo común, las imágenes que hieren nuestra conciencia tierna y pura se presentan acompañadas del número de la cuenta bancaria en la que debemos ingresar nuestra limosna). Así, respondiendo periódicamente a impulsos sensibleros, vamos tirando; y, dependiendo del grado de ternura y pureza de nuestra conciencia, la periodicidad con la que respondemos a tales impulsos es mayor o menor.
Pero algo, allá en los sótanos de nuestra conciencia, nos dice que nuestra limosna sirve antes para tranquilizar nuestros remordimientos que para remediar la calamidad que fingimos combatir. Y también que la calamidad que fingimos combatir es producto de la inmoralidad estructural en la que vivimos, nos movemos y existimos; y en la que, aunque quisiéramos, no podríamos dejar de vivir, porque nuestro orden social, político y económico, se funda sobre tales cimientos. Cínicamente, tendemos a apaciguar nuestra conciencia tierna y pura pensando que la calamidad que aflige a esos niños famélicos que nos desgracian la siesta es consecuencia de guerras tribales y gobiernos corruptos que se dedican a expoliar a sus súbditos, ante la indiferencia occidental; y si nuestra conciencia tierna y pura no acaba de conformarse con razones tan elementales, añadimos a la lista las multinacionales que rapiñan la riqueza de los países subdesarrollados, los turbios manejos de la plutocracia internacional y los sórdidos intereses geoestratégicos de las potencias occidentales. Pero nuestra conciencia nunca se atreve a reconocer que, detrás de todo esto, está nuestro 'modo de vida', ese eufemismo que suelen emplear los cínicos para designar la burbuja profiláctica, hecha de bulimia consumista y atonía espiritual, en la que vivimos: una burbuja que se nutre vorazmente con las calamidades de esos niños que nos desgracian la siesta, que necesita esas calamidades para seguir alimentando sus fauces y triturando almas.
Nuestro 'modo de vida' está en el origen de esas calamidades; y no solo de las que matan el cuerpo, tan visibles en esos niños famélicos cuyas imágenes nos desgracian la siesta, sino también de las que matan el alma, tan invisibles y, sin embargo, tan constitutivas y medulares en nuestras sociedades de conciencia tierna y pura. Pero como nos han sobornado con un 'modo de vida' que, para mantenerse, exige que otros padezcan calamidad, nos conformamos con nuestra compasión preventiva y simbólica. ¿Dónde hay que ingresar esos eurillos para apadrinar a un niño famélico?

jueves, 14 de noviembre de 2013

Características generales del Romanticismo (primera mitad del S. XIX)

1. Introducción

El Romanticismo es un movimiento cultural y literario que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XIX, tanto en Europa como en América. Dicho movimiento supone una reacción total a la razón impuesta por el Neoclasicismo, dando prioridad a los sentimientos, a las emociones, a la fantasía y al ideal.
En España, dadas las circunstancias políticas del país, el Romanticismo, propiamente dicho, tuvo escasa duración, llegando a su máximo apogeo en torno a 1835. Hubo un segundo Romanticismo hacia 1860, gracias a las dos grandes figuras que más adelante veremos: Bécquer y Rosalía de Castro.

2. Ideología

La mentalidad romántica se caracteriza, en líneas generales, por lo siguiente:
  • El deseo de libertad, que se manifestará en la lucha del hombre romántico contra el absolutismo, en el rechazo a las normas hasta ahora vigentes y en su deseo de manifestarse libremente.
  • El fuerte individualismo que se observa en el hombre romántico, reflejado en una fuerte personalidad, así como en el sentimiento de creerse el centro del universo.
  • El idealismo, que es el motor del romántico en busca de cumplir deseos inalcanzables a veces, relacionados con la patria, el amor o la justicia.
  • El desengaño, provocado por no poder alcanzar dichos ideales en la realidad en la que viven, lo que provoca la evasión, e incluso el suicidio.

3. Características literarias

En la literatura romántica se refleja la forma de ser del hombre romántico y se manifiesta a través de las siguientes características:
  • Aparición de los protagonistas que se encuentran al margen de la ley o que no aceptan las normas de la sociedad: el mendigo, el pirata, el verdugo, el cosaco, el reo, etc.
  • La mezcla, en poesía, de distintas formas métricas e, incluso, del verso y de la prosa.
  • La ruptura, en teatro, de las reglas de las tres unidades (tiempo, lugar y acción), recuperadas por los neoclásicos, la mezcla de lo trágico y lo cómico, la desaparición de la verosimilitud y el carácter moralizante, el final trágico, la aparición de elementos extraños, etc.
  • El gusto por el ambiente nocturno, tenebroso, la aparición de una naturaleza violenta y desatada, relacionada con el sentimiento exaltado del romántico.
  • La fuerte personalidad de los personajes.
  • La ambientación de las obras en lugares exóticos o lejanos en el tiempo, derivada del gusto por la evasión.
  • El poco aprecio a la vida, que se observa en la aparición de la muerte e, incluso, el suicidio.
  • La aparición de elementos fantásticos, muchas veces relacionadas con el sueño y el subconsciente.

Retrato de un romántico: rebeldía y frustración

  • El Romanticismo es una reacción frente a la Revolución industrial y a la burguesía que se está enriqueciendo a costa de lo que será el proletariado (clases bajas urbanas o emigración rural) y que está produciendo transformaciones profundas en la sociedad y en el paisaje. Frente al pragmatismo cínico y al conservadurismo de esta clase social, el romántico defiende el idealismo y el regreso a los principios de la Revolución francesa.
  • El hombre romántico muestra una actitud rebelde ante cualquier norma o ley: tanto en el plano vital como en el artístico. Vida y obra, además, están muy unidas para el artista romántico. Tendrá actitudes poco convencionales en su vida sentimental e intentará romper con las normas del arte neoclásico.
  • El romántico también es individualista: busca manifestar una personalidad bien diferenciada en lo artístico y en lo vital. Debe tener un estilo y un mundo propio perfectamente reconocibles.
  • Se cree de una sensibilidad superior: su enemigo es el burgués materialista y ramplón (el filisteo) y su ideal es el genio, el ser humano marcado por un destino único y capaz de hacer avanzar el arte y el pensamiento por caminos hasta ahora desconocidos (por ej. Beethoven).
  • Es idealista porque persigue la belleza y la libertad absolutas: rechazando cualquier convencionalismo, cualquier concesión al gusto del público. Sólo se debe fidelidad a sí mismo y a su misión como artista.
  • El choque de estos altos ideales con la realidad -rechazo del público, problemas económicos, etc.- le lleva al pesimismo y al aislamiento. La melancolía e incluso el suicidio son frecuentes entre los románticos. La sordera de Beethoven o de Goya son metáforas del genio aislado en su mundo y ajeno a los bajos intereses de su entorno.
  • La evasión es otra opción ante el desengaño. El romántico busca una compensación en mundos lejanos (la Edad Media, lo oriental, Marruecos, Asia...) donde puede explayarse y proyectar sus propios conflictos, frente a la incomprensión de sus contemporáneos. A veces la Edad Media servía como disfraz para plantear temas políticos que hubieran resultado inconvenientes para la censura.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Carta a un amigo

Escribe una carta a un amigo, real o imaginario (¡ay, los amigos imaginarios!), contándole tus propósitos de cara a este curso, tus esperanzas y expectativas de futuro: si ya sabes qué vas a estudiar después de la ESO, las actividades extraescolares que ahora ocupan tu tiempo libre, los hobbies que practicas... Si algunas circunstancias personales pueden condicionarte en los estudios o en tu rendimiento académico también conviene contarlo. También los aspectos que podrías mejorar (qué me hace perder el tiempo, qué me distrae...). Puedes escribir la carta tanto en catalán como en castellano, como mejor te vaya. (No en inglés, por favor.)

lunes, 11 de noviembre de 2013

Preparación del tema 2 de Lengua

    1. Comentario de un texto descriptivo a partir de sus características lingüísticas.
       
    2. Análisis morfológico:
      1. clasificar las palabras de un texto según su categoría gramatical (sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, etc.);
      2. analizar la estructura de las palabras (lexema, morfemas derivativos y flexivos, etc.)
      3. transformar la categoría gramatical de las palabras (pasar de adjetivo a verbo, de adjetivo a sustantivo, etc.);
      4. reconocer si una palabra determinada es variable o invariable.

    3. Análisis sintáctico:
      1. identificar sintagmas (SN, S. Prep., S. Adj., etc.);
      2. determinar su estructura (det. + Nc + CN / mod. + Nc + C. Adj., etc.)

    4. Las propiedades del texto.

    5. La adecuación de un texto.

      jueves, 7 de noviembre de 2013

      "Humanas actiones non ridere, non lugere, neque detestari, sed intelligere." (Spinoza)

                          

      Estructura de la palabra (lexemas y morfemas) [ej. 23, p. 162]

      a) barb- (lexema) -illa (morfema derivativo, sufijo);
      b) am- (lexema) -abais (morfema flexivo verbal);
      c) hij- (lexema) –uel- (morfema derivativo, sufijo) -os (morfema flexivo de género y número);
      d) espectáculo (lexema);
      e) trig- (lexema) -al (morfema derivativo, sufijo);1
      f) en- (morfema derivativo, prefijo) -viud- (lexema) -aste (morfema derivativo + flexivo verbal);
      g) a- (morfema derivativo, prefijo) -fil- (lexema) -ador (morfema derivativo, sufijo);
      h) a- (morfema derivativo, prefijo) -torment- (lexema) -ad- (morfema derivativo, sufijo) -os (morfema flexivo de género y número);
      i) util- (lex.) -izar (morfema derivativo sufijo);
      j) extra- (morfema derivativo, prefijo) -parlament- (lexema) -ari- (morfema derivativo, sufijo) -a (morfema flexivo de género)
      k) anti- (morfema derivativo, prefijo) -cleric- (lexema) -al (morfema derivativo, sufijo);
      l) a- (morfema derivativo, prefijo) -lun- (lex.) -izar (morfema derivativo, sufijo).

      Palabras parasintéticas: enviudar, atormentar, alunizar.
       
      1Como erial, robledal, peral...

      lunes, 4 de noviembre de 2013

      Los amos del mundo / Arturo Pérez Reverte

      Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del computador, su futuro y el de sus hijos. Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o de un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.
      Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio -o al revés-, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street, y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.
      Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará a usted el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo; porque siempre ganan ellos, cuando ganan, y nunca pierden ellos, cuando pierden.
      No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tiene que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
      Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder; el riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia. Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.
      Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días.
      Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
      Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad. Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces -¡oh, prodigio!- mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.
      Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros. Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.
      Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la pagan con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con sus puestos de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.
      Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.
      Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

      domingo, 3 de noviembre de 2013

      Cuando hoy nos dicen que alguien carece de personalidad, sabemos que se trata de un ser sencillo, probo, recto.

      Quien trata de educar y de no explotar, tanto a un pueblo como a un niño, no les habla imitando a media lengua un lenguaje infantil.

      La perfección es el punto donde coinciden lo que podemos hacer y lo que queremos hacer con lo que debemos hacer.

      La nivelación es el substituto bárbaro del orden.

                                                                                                      [Nicolás Gómez Dávila]