miércoles, 5 de junio de 2013

Comentario de "Un español habla de su tierra" de Luis Cernuda


Los versos son heptasílabos y riman en asonante los versos pares. El romance de siete sílabas se denomina romance endecha. Toda la composición mantiene la misma rima e-o. Recurrir a una forma tan arraigada en la historia literaria española acentúa el tono nostálgico y evocador de este poema.

Las dos primeras estrofas son una enumeración de lo que echa de menos de su tierra: una evocación del paisaje español (playas, parameras, oteros, vegas, castillos, ermitas...). En la 3ª estrofa aparece la 1ª persona (me arrancaron) y el motivo de haberse tenido que exiliar: “los vencedores / Caínes sempiternos, / de todo me arrancaron”. El término “vencedores” remite de un modo transparente al bando franquista. “Caínes” nos hace pensar en las dos Españas de que hablaba Antonio Machado. Las tres primeras estrofas constituyen una unidad sintáctica basada en el contraste entre la enumeración de elementos positivos y la realidad inapelable de que “ellos […] de todo me arrancaron”. La disposición sintáctica de este largo período supone un recurso al hipérbaton (posposición del verbo). Podemos también destacar: 

- personificación: "al rubio sol durmiendo"
- epíteto: "rubio sol" (y personificación, ya que este adjetivo se aplica sobre todo al cabello)
- antítesis: "de todo me arrancaron. / Me dejan el destierro." 
- quiasmo: "de todo [A1]  me arrancaron.[B1]  / Me dejan [B2]  el destierro.[A2]"
                                
A partir de la 4ª estrofa se utiliza la 2ª persona del singular (“contigo solo estaba...”), cuyo destinatario es la tierra que echa de menos el exiliado (apóstrofe). La 2ª persona se mantiene hasta el final del poema (“Un día tú, ya libre...”). La 2ª persona implica una humanización de su destinataria (personificación o prosopopeya) y abre la posibilidad de una intimidad entre ella y el poeta. Además el poema se tiñe de matices religiosos para destacar lo profundo de la unión telúrica entre el poeta y su país:

Una mano divina
tu tierra alzó en mi cuerpo...

Contigo solo estaba,
en ti sola creyendo...

Estos dos últimos versos además presentan además una disposición paralelística:

Contigo solo [A1]  estaba, [B1] / en ti sola [A2]  creyendo [B2]; 
     
El primer fragmento citado sugiere incluso que el cuerpo del poeta está formado de la misma materia de su tierra, como amasado del mismo barro. Se trata prácticamente de una unión mística.

Podríamos distinguir una segunda parte, constituida por las estrofas 4ª, 5ª y 6ª que insinúan un paralelismo con las tres primeras. En ambos casos dos estrofas evocadoras de una realidad querida y añorada dan paso a una tercera que constata un alejamiento inevitable. El esquema podría ser:

A1 A2 B1
A3 A4 B2

El poema se cierra con una mirada al futuro, en la que se contempla a su tierra al fin “libre / de la mentira de ellos” (libre la dictadura que la tiene sometida) y buscando de nuevo al poeta con quien estuvo tan unida. Pero entonces –y la premonición tuvo su cumplimiento–, el poeta ya no vivirá: “¿qué ha de decir un muerto?” El poema se cierra con esta implacable interrogación retórica que excluye cualquier posibilidad de esperanza. Incluyendo la última estrofa el esquema quedaría del siguiente modo:

A1 A2 B1
A3 A4 B2
C – –

Vale la pena ir al siguiente enlace para ampliar el comentario

Parameras de Ávila
 

1 comentario:

  1. La rima e-o no se produce en todos los versos. Solo en los versos pares, dejando los impares libres

    ResponderEliminar