Predominan los versos octosílabos con
rima asonante, lo que apunta a una estructura de romance, pero se
incluyen también versos pentasílabos y un decasílabo. El esquema
métrico sería:
8-, 5a, 8-, 8a, 5a, 8-,
8a, 5a, 8-, 8a, 5a, 8-, 8a, 5a, 8-, 8a
El recurso al paralelismo
(“Creyó que el trigo era agua […] / Creyó que el mar era el
cielo”), al estribillo (“Se equivocaba”), a la anáfora
(creyó, que), y la
musicalidad resultante, así como la brevedad y el tono de esta
composición, nos remiten a la poesía de tradición popular.
Entraría, pues, dentro de la estética popularista o neo-tradicional
que cultivan algunos de los poetas del 27 en su primera etapa.
La confusión
total de la paloma se puede leer en clave amorosa (“que tu corazón
su casa”) y remitirnos al tema del desengaño. El haberse hecho
unas falsas expectativas sobre una mujer (“que tu falda era tu
blusa”) ha sumido al poeta en una desorientación de dimensiones
cósmicas (“por ir al Norte fue al Sur”), donde las coordenadas
más elementales se confunden e identifican dentro de una dinámica
metafórica (mar / cielo, estrellas / rocío, corazón / casa) o
antitética (noche / mañana, calor / nevada). La paloma nos
remitiría así al alma del poeta, a una representación de sus
deseos mal fundados y vanos.
Dibujo de Rafael Alberti |
Hola, no hay ningún verso con 10 sílabas.
ResponderEliminarMuchas gracias. Ya he corregido el error.
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