Ríos
de luna verde parecen los senderos,
y
en su corriente vaga de pensamiento y pena,
me
voy a un horizonte cuajado de luceros
en
una barca de blancura de azucena....
Las
orillas me envuelven en celestes olores,
hay
visiones, sin nadie, de una eterna olvidanza,
entre
la melodía del viento por las flores
me
miran las estrellas, cargadas de esperanza....
Noche
de lejanía... Y en las aguas perezco,
sobre
carnes de un alma vanamente florida...
...Cuando
tornan las rosas sobre el mar, amanezco,
como
un náufrago triste, arrojado a la vida...
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